Abracemos a Nuestros Hijos
- Elvira A
- 26 nov 2019
- 1 Min. de lectura
Los bebés, los niños y hasta los adultos, necesitamos el contacto físico de otras personas.Una forma de hacerlo, es con el abrazo.
Abrazar a un niño es decirle que lo queremos, que lo aceptamos como es; es ponerlo en contacto con nuestro corazón.
Además, para el adulto(el padre, la madre o el abuelo), el abrazo de un niño nos llena el alma.
Aprovechemos a enriquecernos mientras los hacemos sentir amados. Hagamos la costumbre de abrazarlos...
cuando llegan de la escuela, cuando se van a dormir, cuando nos despedimos de ellos antes de salir de la casa...
Les comparto esto que me llegó hace un tiempo y que me pareció muy bello, además de cierto:
*El Abrazo*
El abrazo debería ser recetado por los médicos. Hay un poder curativo en el abrazo que aun desconocemos.
El abrazo cura el odio, el abrazo cura los resentimientos, cura el cansancio y cura la tristeza.
Cuando abrazamos soltamos amarras.Perdemos por instantes las cosas que nos han hecho perder la calma, la paz en el alma.
Cuando abrazamos dejamos de estar a la defensiva y permitimos que el otro se aproxime a nuestro corazón. Los brazos se abren y los corazones se acurrucan de una forma única.
No hay nada como un abrazo. Un abrazo de "Te amo". Un abrazo de "Qué bueno que estás aquí".Un abrazo de "Ayúdame". Un abrazo de "Hasta pronto".Un abrazo de "Cuánto te extrañé".Abrazos...
Cuando abrazamos somos más de dos, somos familia, somos accesibles, somos sueños posibles.
El abrazo debería, sí, ser recetado por los médicos, pues rejuvenece el alma y el cuerpo.






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