Conciencia del Medio Ambiente
- Elvira A
- 27 may 2019
- 2 Min. de lectura

Conciencia para las generaciones futuras acerca de la naturaleza, el entorno... como fomentar el cuidado del planeta.
Cada elemento de la naturaleza tiene un propósito directo y un propósito indirecto. El propósito directo es lo que es evidente para nosotros. El propósito indirecto es el que se lleva acabo sin ser tan obvio, y que de alguna manera contribuye a la misión cósmica.
Un ejemplo fácil de entender, es el de la abeja. La abeja va de flor en flor para tomar la miel; ese es su propósito directo, alimentarse. Al acercarse, el polen de una flor se pega a su cuerpo, y al pasar a la siguiente flor, ese polen se pega al pistilo, introduciéndose el polen, y fecundando a la flor. El propósito indirecto de la abeja, es ayudar a las plantas a reproducirse.
Otro ejemplo es el del hipopótamo. Hay unas aves que se alimentan de los parásitos que habitan en la piel de los hipopótamos, ese es su propósito directo. Al comerse los parásitos, evitan que la piel de los hipopótamos se infecte y éstos se enfermen.
Si nosotros entendemos que TODO en el mundo está conectado, y que necesitamos de todo lo que existe en la Tierra, para poder sobrevivir, entonces vamos a entender la importancia de cuidar el ambiente que nos rodea.
A los niños hay que acercarlos a la naturaleza, hay que darles la oportunidad de conocer más de cerca a las plantas y a los animales. Debemos ayudarlos a entender también esta dependencia que existe entre unos elementos y otros. Si lo hacen y entienden como enriquecen nuestras vidas, los van a cuidar y se van a preocupar por ellos de una manera natural.
Asimismo, debemos enseñarles a agradecer por el sol que nos ofrece su luz y su calor, y por el agua, que nos da la vida.
Debemos buscar historias, como la que está a continuación, que muestran cómo cuando desaparece un elemento de la fauna o de la flora, se pierde el equilibrio en la naturaleza, y se empiezan a afectar muchas otras cosas.
En el Parque Nacional Yellowstone, en Estados Unidos, en 1995, se introdujeron lobos, los cuales llevaban 70 años extinguidos en ese lugar. Su ausencia propició un aumento de alces, quienes a su vez, arrasaron con la vegetación. Además de muchas otras implicaciones, como la desaparición de otros animales, los ríos perdieron su cause. Al llegar los lobos al Parque Nacional Yellowstone, los alces cambiaron su comportamiento, alejándose de algunas zonas donde eran presa fácil para los lobos, y en poco tiempo la vegetación comenzó a regenerarse.
En solo 6 años empezaron a aparecer pájaros, castores, osos y muchos otros animales que eran parte del ecosistema. Además, los lobos también cambiaron el comportamiento de los ríos, ya que con la vegetación el suelo se erosionó menos, y estos lograron mantenerse en su cause. Así que con pocos lobos, no solo se logró transformar el ecosistema del parque, sino que también su geografía física.





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