Movimiento
- Elvira A
- 5 mar 2019
- 2 Min. de lectura
Desde que el bebé está en el vientre materno, se está desarrollando a través del movimiento. Hay estudios que muestran que cuando un bebé nace prematuro, si se le coloca en una pequeña hamaca, dentro de la incubadora, se desarrolla mejor que aquellos bebés que estuvieron en incubadora sin la misma.
Otra manera de promover el desarrollo óptimo de un bebé prematuro es siguiendo la técnica que se conoce como “Método Mamá Canguro”. La madre coloca a su bebé en su pecho, favoreciendo el contacto de piel a piel (sin ropa). De esta forma escucha el latido del corazón de su madre, recibe su calor y le permite al bebé alimentarse cuando lo desea. También se lo puede “amarrar” con una manta de manera que el bebé va con ella mientras ella está en movimiento.
Para conocer más sobre los beneficios de este método, entrar a bebesymas.com Beneficios del método Madre Canguro para bebés prematuros, artículo publicado el 29 de octubre de 2010 por Lola Rovati.
Después de nacer, el movimiento sigue siendo un elemento importante en el desarrollo del niño. La explosión del movimiento es alrededor de los 6 meses de edad, cuando el bebé comienza a sentarse, a arrastrarse y a conocer todo lo que está a su alrededor.
Es importante que el ambiente en el que se desenvuelve el niño, le permita moverse libremente y con seguridad. El movimiento integra y organiza el sistema nervioso.
Si nos cuestionamos por qué últimamente, tantos niños van a terapia, una de las razones pudiera ser que ahora los niños pasan más tiempo pasivos, ya sea viendo la TV o jugando en dispositivos electrónicos.
El juego al aire libre es una manera maravillosa para promover el movimiento, y los niños lo disfrutan mucho. Cuando son un poco más grandes, pueden:
- Jugar a la pelota para que la pateen y/o la cachen.
- Rodarse en el pasto como tronquitos para un lado y el otro.
- Echarse marometas en el pasto, en una colchoneta o en un tapete.
- Brincar desde pequeños escalones.
- Colgarse de los pasamanos o changueras.
- Dormirse en una hamaca.
- Subirse al columpio.
- Echarse de la resbaladilla.
- Caminar por bardas o bordecitos de concreto pequeños.
- Jugar con un globo, golpeándolo hacia arriba y contando cuántas veces logran hacerlo sin dejarlo caer al suelo.
Lo pueden hacer de manera individual, o turnándose entre el niño y un adulto.
Niños aún más grandes, pueden:

- Saltar la cuerda mientras dos compañeros la mueven por los extremos.
- Saltar la cuerda individual.
- Jugar con el resorte.
- Jugar con el “ula-ula”.
- Jugar con un balero.
- Jugar con petecas.
- Jugar matatenas y/o canicas.





Comentarios